Creo que ha llegado la hora de que escuchéis mi, perdonad que lo llame así, mi "minidiscurso". Y lo primero que voy a hacer es aprovechar esta oportunidad que me ha brindado el destino para daros las gracias por haberme hecho sentir tan bien en nuestro gran instituto recién inaugurado este año como bilingüe... Bilin... ¿qué? No, nuestro flamante instituto no es un instituto bilingüe; es un instituto trilingüe, tetralingüe, pentalingüe... Pues son dos, tres, cuatro y más, las lenguas que se hablan y se escuchan en este centro de españoles, españoles todos, unos nacidos aquí, otros allá, otros acullá, y eso qué más dá; nuestro centro os acoge, os enseña, os ayuda y os ampara pensando en lo que sois, no de dónde venís.
Y esa cualidad es la que más me gusta de trabajar aquí: la universalidad y el multiculturalismo; muchas culturas, muchas formas de ver y entender el mundo, que suponen para lo profesores un reto, todo hay que decirlo, a veces difícil, pero también una experiencia enriquecedora y extraordinaria. Por eso os agradezco haberme permitido formar parte de ello, haberme permitido trabajar con vosotros.
También quiero pediros perdón por ignorar tantas cosas que vosotros sabéis, y quiero agradeceros todo lo que, cuando os he dado clase, me habéis enseñado.
Por otra parte, nos hemos reunido hoy aquí, como dicen los curas y los políticos, al calor no muy agradable del clima tórrido, y al calor, profundo y sereno, de nuestros corazones, para decir adiós a una etapa que termina y hola a otra que empieza.
Y ya imagináis que os voy a hablar de lo difícil que será el futuro, pero no tanto, de lo dura que será la vida, pero no tanto, de lo mucho que tenéis que trabar para conseguir un puesto en la sociedad, pero no tanto, en fin, todo lo que unos buenos padres y profesores diligentes deben recordar y repetir hasta la saciedad a sus hijos y alumnos adolescentes: Estudia, sé responsable, pórtate con seriedad, consigue el respeto de los demás demostrándoles que eres alguien digno de confianza.
Y, vaya, resulta que todas esas frases tan escuchadas, que habréis oído tantas veces, no por muy conocidas dejan de ser verdad. Es así, son verdad, y me parece que todos lo sabemos. Quizá lo único que hay que añadir, y ya termino, es que aunque a veces sintáis que todo el mundo está contra vosotros, que, incluso hasta vosotros mismos estáis contra vosotros, no por eso dejéis de seguir adelante persiguiendo vuestros sueños. (Inés Calvo, Tutora de Cuarto)
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